Para la elaboración de este ejemplar delicado y aristocrático, la bodega desarrolló algunos de los trabajos más exhaustivos y dedicados dentro de los márgenes de Luján de Cuyo. El equipo enológico fue liderado por Pablo Cúneo, ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Nacional de Cuyo y Head Winemaker de la bodega desde 2017. Tal como sucede con los mejores vinos de la casa, la cosecha de las uvas se realizó minuciosamente en forma manual, en cajas de 18 / 20 kilogramos, y en horas de la mañana, para lograr la transición desde el viñedo sin la incidencia de temperaturas elevadas. Una vez transportadas las uvas, se llevó a cabo una selección de los racimos, se procedió al despalillado y se escogieron los mejores granos, descartándose las impurezas. El proceso de maceración en frío se extendió entre 3 y 5 días, a una temperatura de 10º C a 12º C. La fermentación se realizó con levaduras seleccionadas, a temperatura controlada de 25º C / 28º C, en tanques de acero inoxidable de 6.000 litros. La crianza de este vino comprendió un período de 16 / 18 meses en barricas de roble francés de primer uso. La composición final fue 94% Malbec, 6% Petit Verdot.

Cuando hablamos de las grandes bodegas argentinas y su influencia a lo largo de las últimas décadas, Luigi Bosca aflora sin dudas como una de las más trascendentales. Todo comenzó en 1890, cuando Leoncio Arizu – viticultor europeo de 4ª generación – arribó desde España a Mendoza y decidió continuar su legado en la prometedora Luján de Cuyo. En 1901 fundó Luigi Bosca, instalando las bases de lo que luego sería uno de los establecimientos fundamentales de la enología local. En 1926 se renovó la Finca El Paraíso, un verdadero centro de operaciones de 500 hectáreas desde donde surgieron casi todas las grandes investigaciones de la bodega. En los años siguientes, Luigi Bosca se afianzó como una de las marcas más prestigiosas de la Argentina, manteniéndose el legado familiar de tradición e innovación. En la década del sesenta, los ingenieros Alberto y Raúl Arizu encabezaron importantes trabajos de modernización, preparando el camino para una nueva etapa de grandes cambios. En 1989, Luigi Bosca protagonizó en Luján de Cuyo la primera Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) nacional. Actualmente, la bodega posee viñedos en diferentes zonas de Valle de Uco, Luján de Cuyo y Maipú, produciendo alrededor de 800.000 cajas anuales. De la producción total, alrededor del 55% se exporta principalmente a los Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.